Las emociones no expresadas nunca mueren. Son enterradas vivas y salen más tarde en formas más feas.
– Sigmund Freud.
Esta es una de las razones por las que la Musicoterapia y otros tipos de psicoterapia transformacional centrados en la música, como el Método Bonny de Imaginación Guiada con Música, son tan efectivos en los procesos de auto-conocimiento y sanación. Funciona así: el sonido envuelve al síntoma, que puede manifestarse como una enfermedad física, malestar en las relaciones, adicción, compulsión o neurosis… Son muchas posibilidades. Pero cuando el sonido logra desentrañar (en el espectro y luz de la conciencia propia), las capas subyacentes al síntoma, y llega a su raíz, puede dar salida a la expresión de la emoción-herida original. Al ser expresada a la luz del momento presente, se torna consciente y la psique se re-organiza. Esto es lo que se conoce como un momento de Actualización, lo que lleva a la disminución o erradicación definitiva de los síntomas.
Este estado logrado es parte del camino hacia la Auto-Realización (logro definitivo del Ser que ha recorrido una senda espiritual de liberación). Por eso nos llamamos Tákim, que significa “Encuentro” en el sentido de un encuentro de proporciones mayores. Los caminos de Realización Espiritual podrán ser definidos y recorridos por la persona misma a partir de estos Encuentros, dependiendo de sus afinidades y formas propias de resonancia.